Un cabezazo

 

GodinQue si vender camisetas. Que si lo único que importa es el dinero. Que si emprende. Que si vete a Alemania. Que si la formación. Que si estudia más, siete años no son suficiente. Que si el inglés. Que si el chino. Que si su puta madre. Que si un máster. Que si Cristiano en Vogue. Que si el curriculum. Que si el LinkedIn. Merchandaisin. Valor añadido. Que si cupcakes. Gintonics azules. Celofán. Plástico. Que si 100 millones. Que si Messi. CR7. Que te adaptes. Flexibilidad. Que si yo siempre gano. Que si siete idiomas. Contactos. Networking. Que si os van a vender a todos los jugadores. Que si hace 40 años que no lo conseguíais. Que si hace 18. Que si nueve copas. Que si yo más. Que si experiencias en paquetes de la Fnac. Low Cost. Multidisplinar. Que si helipuertos. Que si vendo. Que si compro. Que si triplete. Que si esta ropa. Que si este peinado. Que si Courtois se quiere ir. Marketing. Powerpoints.

Todos los días la misma historia. Que el éxito es esto mío. Su receta. Sus marcos. Que fuera no hay nada. Que la belleza es un anuncio. Que la vida está en esas cosas suyas, donde ellos dicen. Y lo dicen ellos. Los que ven Walking Dead y no se reconocen. Ellos, que ni si quiera están vivos.

Aunque antes inspiraban rabia y mucho, mucho odio, ahora sólo te pueden dar lástima. Pretendida y pretenciosa trascendencia como escudo de la más absoluta mediocridad. Pobres. Que ni intuyen que la vida está en otro sitio. En una fórmula. En un contragolpe. En una cobertura. En un disco. En una constelación. En Betelgeuse. En la emperatriz de Lavapiés. En un acento. En el sentido del humor del anciano. En un chiste. En unas patillas. En esa chica del autobús. En un par de adolescentes en el portal. En un riff. En un riff repetido una y otra vez, una otra vez. En el abuelo con su nieto. En el nieto imitando al abuelo. En una sonrisa. En una anécdota. En los que dan sin pedir. En una mirada. En las cosquillas. En dos abuelos bailando un chotis, como entonces. En las gallinejas. En una cerveza fría. En el consuelo de una madre. En unas manos tirando de una pancarta. En otras manchadas de spray. En la mirada cómplice de un atlético desconocido. En reconocer tus colores desde la otra acera. En un Aúpa Aleti anónimo por la calle un domingo de mayo. En un Aúpa Aleti con los ojos. En una camiseta rojiblanca en el recreo. En la puerta cero. En un Salvemos el Calderón. En un porro. En posts que bien podrían ser un doctorado en táctica futbolística. En aquel libro. En un indio. En el Socios. En la primera vez que gatea. En la primera palabra. En un flequillo. En los que vieron a Luis saltar desde el fondo de un bar. En un cabezazo de Godín.

Algunos decimos no porque estamos vivos, o estamos vivos porque decimos no. Algunos somos del Atleti porque estamos vivos, o estamos vivos porque somos del Atleti.

 

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